Los datos son el motor del futuro. Los profesionales de la salud necesitan acceder fácilmente a los datos que se puedan agregar, consolidar y convertir en información que respalde las decisiones clínicas, operativas y financieras.
La tecnología moderna desempeña un papel importante en este contexto, ya que conecta los sistemas existentes con plataformas abiertas y los especialistas con los pacientes, mientras que emplea la inteligencia artificial (IA) para analizar los datos y generar información práctica.